viernes, febrero 12, 2010

Una idea helénica.

Tengo que rendir Griego III próximamente. Debería estar estudiando griego. Traduciendo fragmentos de Ilíada. Leyendo sobre la cuestión homérica.
Pero realmente, en este punto de mi vida, quiero decir algo así como "me resulta tan odioso como las mismísimas puertas del Hades". ¡Qué cagada!

Es increíble que una obra literaria se haya conservado durante más de dos mil años. 2500, tal vez, 2800. Eso es algo parecido a la gloria eterna.
No importa cuántas veces la lea, la historia de Aquiles, Héctor y compañía está llena de cosas copadas, menos el catálogo de las naves, que tiene un par de cositas interesantes igual. Más de una vez recalqué que me gusta más que la Odisea. Tal vez, contrario a mi genética, o tal vez, debido a la conjunción de ella y mi edad, es porque todavía no logro entender cabalmente la idea detrás de la Odisea.
Ulises/Odiseo vuelve a casa después de 20 años. 10 años de guerra y otros tantos bien vagando, bien atrapado en una isla. Se la pasa llorando. Es todo pura nostalgia. Todo es recuerdo, de la guerra, de la esposa, del padre moribundo, del hijo casi desconocido.
Aquiles tiene problemas existenciales. Sus problemas se resuelven cuando comprende su humanidad. Es algo casi budista. Capta lo transitorio y lo efímero de su existencia, aunque busque la gloria eterna.
No da.
No hay que empezar a escribir sin saber cómo termina la historia. Por eso yo todavía no escribí mi novela. Porque no sé cómo termina. Aunque sé cómo sigue.

1 comentario:

Martín Narvaja dijo...

Querido EFA:
Hace poco me devoré una novela de Bernhard Schlink, se llama el regreso (y la apgué $10 nueva, pese a ser de anagrama en uan libreria en el Sur). Habla sobre la odisea y le da un sentido que yo desconocía. Un sentido bastante interesante. Recomiendo la novela, no quiero develar la idea detrás.