Uno se detiene un momento a pensar en todas las cosas en las que podría llegar a fracasar, o sea, todas las cosas que podría intentar y no puede decidirse por cuál quiere hacer primero. O dejar para el final.
La lingüística es, ciertamente, un campo difícil de explorar. Lo cierto es que, la lingüística teórica se produce lejos, no por falta de gente talentosa y creativa, sino por falta de recursos: tiempo, dinero, infraestructura, libros, computadoras, gente formada que colabore, y otras limitaciones similares. Lo que redobla la distancia del alumno universitario de la investigación. Las materias son demasiado teóricas o demasiado vagas, no hay seminarios que le permitan a uno ver la realidad de la investigación lingüística, los grupos de trabajo/investigación son reducidos y exigentes, y están escondidos.
El camino, obviamente, hace que los más aptos/caraduras, lleguen. Gente humilde como yo (?) se queda en el camino de la curiosidad y la duda. Sí, me da envidia, y sé que es una limitación importante. Pero no sé cómo se puede hacer frente a cómo es uno. Tal vez simplemente tengo que dejar de pensar que tengo que cambiar yo. El sistema no va a cambiar, tampoco. Evidentemente, lo que está mal está en mi cabeza. En ningún lugar la gente se hace de cero, excepto que sean Chomsky, Einstein, o alguno de esos (cuyo 0 [cero] es objetable).
Parafraseando a Daniel Torres, el edificio de Puán en el que funciona la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, es el lugar que la UBA y la sociedad le asignan al pensamiento, no sólo al pensamiento sobre el que mucha gente cree que se erige la sociedad occidental (el greco-latino), sino también al arte y a la lengua (en un sentido no-RAE). Lo que definitivamente nos coloca en un sitio poco destacado y dejado de lado. Esto es un escollo más en la carrera del futuro lingüista.
Uno se pregunta entonces qué futuro le espera. ¿Qué voy a hacer con lo que haya aprendido?
Si me preguntan a qué me voy a dedicar, como si fuera "¿de qué voy a trabajar?", la respuesta probablemente sería "voy a ser profesor de japonés". Si me preguntaran "¿qué expectativas tenés acerca de tu carrera académico-universitaria?", probablemente no sabría qué responder. Terminar la carrera de Letras es un buen primer objetivo. Ahora, el resto de los escalones todavía me es imposible de ver. Ni siquiera sé si hay un siguiente escalón.
¿Qué otros panoramas se me abren? Escribir. Criticar. Dedicarme a la literatura. Hace unos años pensaba en dedicarme a la literatura ponja, lo que estoy haciendo en la medida de lo posible. Estoy pensando en una novela. Seriamente. Pero todavía no empiezo. Debe ser lo más difícil, además de elegir los nombres, eso siempre me resultó extraña y desmesuradamente difícil.
Criticar. Me suena re-ladri.
Abandonar todo y dedicarme a la gastronomía suena re caro.
Traducir es un quilombo. Tendría que ponerme las pilas, a ver si algún día puedo leer en ponja como corresponde.
En fin... me fui de tema.
La cuestión es que hacer Lingu en Argentina, es muy difícil, no es imposible, pero es una cuestión más de vocación que de gloria. Nosotros no buscamos la gloria, vamos por un pequeño reconocimiento de nuestro esfuerzo como ciudadanos de un país que tal vez, algún día, deje de ser subdesarrollado. El interés personal tiene que ser guía. Porque si uno no se empeña, no llega a ningún lado, ni cursando todas las materias que digan lingu en el nombre.
Yo, por lo pronto, creo que voy a dedicarme a ser un estudiante mediocre, y más adelante me preocuparé por ser un científico mediocre. O un escritor mediocre.
Al final, terminé hablando de mí mismo. Bueno, les digo algo para que suene más informativo sobre la lingüistica.
En la carrera de Letras de la UBA hay tres grandes orientaciones: Clásicas, Letras modernas y Lingüística.
Clásicas es la rama de los estudios latinistas y helenistas, mucho latín, mucho griego, cultura, lengua, materias anuales y finales obligatorios.
Letras modernas es la rama romántica y ladri. Se puede elegir entre Latinoamericana y Argentina, Extranjeras y Teoría literaria. Materias cuatrimestrales, bastantes PD, interesantes, por lo general.
Lingüística: La rama jodida. Materias copadas como Fonología y Morfología, Sintaxis, Teoría Léxica, Modelos Formales no-transformacionales, Lingüística Chomskyana, Sociolingüística, Etnolingüística, Semántica y Pragmática, Psicolingüística, Neurolingüística. En fin, mucha ciencia, mucha teoría. Materias cuatrimestrales en su mayoría, algunas cuantas promocionables. Obviamente hay campos, aunque supuestamente ya no es necesario cursar todas las materias de un campo, basta con hacer 4 materias de lingu. Un campo sería tipo Psicolingüística y Neurolíngüística; Socio y Etno; Teoría Léxica, MFNT, LC.
Lo que yo planeaba hacer es la rama más jodida y con menos presencia en la UBA, Lingüística Formal. Hay muy pocos chomskyanos, aunque muchas escuelas/corrientes/disciplinas hereden cierten postulados de la propuesta generativa a la que deben su origen en cierta forma, como las psico's y la neuro.
Y eso es todo, me fui a la remierda.
La lingüística es, ciertamente, un campo difícil de explorar. Lo cierto es que, la lingüística teórica se produce lejos, no por falta de gente talentosa y creativa, sino por falta de recursos: tiempo, dinero, infraestructura, libros, computadoras, gente formada que colabore, y otras limitaciones similares. Lo que redobla la distancia del alumno universitario de la investigación. Las materias son demasiado teóricas o demasiado vagas, no hay seminarios que le permitan a uno ver la realidad de la investigación lingüística, los grupos de trabajo/investigación son reducidos y exigentes, y están escondidos.
El camino, obviamente, hace que los más aptos/caraduras, lleguen. Gente humilde como yo (?) se queda en el camino de la curiosidad y la duda. Sí, me da envidia, y sé que es una limitación importante. Pero no sé cómo se puede hacer frente a cómo es uno. Tal vez simplemente tengo que dejar de pensar que tengo que cambiar yo. El sistema no va a cambiar, tampoco. Evidentemente, lo que está mal está en mi cabeza. En ningún lugar la gente se hace de cero, excepto que sean Chomsky, Einstein, o alguno de esos (cuyo 0 [cero] es objetable).
Parafraseando a Daniel Torres, el edificio de Puán en el que funciona la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, es el lugar que la UBA y la sociedad le asignan al pensamiento, no sólo al pensamiento sobre el que mucha gente cree que se erige la sociedad occidental (el greco-latino), sino también al arte y a la lengua (en un sentido no-RAE). Lo que definitivamente nos coloca en un sitio poco destacado y dejado de lado. Esto es un escollo más en la carrera del futuro lingüista.
Uno se pregunta entonces qué futuro le espera. ¿Qué voy a hacer con lo que haya aprendido?
Si me preguntan a qué me voy a dedicar, como si fuera "¿de qué voy a trabajar?", la respuesta probablemente sería "voy a ser profesor de japonés". Si me preguntaran "¿qué expectativas tenés acerca de tu carrera académico-universitaria?", probablemente no sabría qué responder. Terminar la carrera de Letras es un buen primer objetivo. Ahora, el resto de los escalones todavía me es imposible de ver. Ni siquiera sé si hay un siguiente escalón.
¿Qué otros panoramas se me abren? Escribir. Criticar. Dedicarme a la literatura. Hace unos años pensaba en dedicarme a la literatura ponja, lo que estoy haciendo en la medida de lo posible. Estoy pensando en una novela. Seriamente. Pero todavía no empiezo. Debe ser lo más difícil, además de elegir los nombres, eso siempre me resultó extraña y desmesuradamente difícil.
Criticar. Me suena re-ladri.
Abandonar todo y dedicarme a la gastronomía suena re caro.
Traducir es un quilombo. Tendría que ponerme las pilas, a ver si algún día puedo leer en ponja como corresponde.
En fin... me fui de tema.
La cuestión es que hacer Lingu en Argentina, es muy difícil, no es imposible, pero es una cuestión más de vocación que de gloria. Nosotros no buscamos la gloria, vamos por un pequeño reconocimiento de nuestro esfuerzo como ciudadanos de un país que tal vez, algún día, deje de ser subdesarrollado. El interés personal tiene que ser guía. Porque si uno no se empeña, no llega a ningún lado, ni cursando todas las materias que digan lingu en el nombre.
Yo, por lo pronto, creo que voy a dedicarme a ser un estudiante mediocre, y más adelante me preocuparé por ser un científico mediocre. O un escritor mediocre.
Al final, terminé hablando de mí mismo. Bueno, les digo algo para que suene más informativo sobre la lingüistica.
En la carrera de Letras de la UBA hay tres grandes orientaciones: Clásicas, Letras modernas y Lingüística.
Clásicas es la rama de los estudios latinistas y helenistas, mucho latín, mucho griego, cultura, lengua, materias anuales y finales obligatorios.
Letras modernas es la rama romántica y ladri. Se puede elegir entre Latinoamericana y Argentina, Extranjeras y Teoría literaria. Materias cuatrimestrales, bastantes PD, interesantes, por lo general.
Lingüística: La rama jodida. Materias copadas como Fonología y Morfología, Sintaxis, Teoría Léxica, Modelos Formales no-transformacionales, Lingüística Chomskyana, Sociolingüística, Etnolingüística, Semántica y Pragmática, Psicolingüística, Neurolingüística. En fin, mucha ciencia, mucha teoría. Materias cuatrimestrales en su mayoría, algunas cuantas promocionables. Obviamente hay campos, aunque supuestamente ya no es necesario cursar todas las materias de un campo, basta con hacer 4 materias de lingu. Un campo sería tipo Psicolingüística y Neurolíngüística; Socio y Etno; Teoría Léxica, MFNT, LC.
Lo que yo planeaba hacer es la rama más jodida y con menos presencia en la UBA, Lingüística Formal. Hay muy pocos chomskyanos, aunque muchas escuelas/corrientes/disciplinas hereden cierten postulados de la propuesta generativa a la que deben su origen en cierta forma, como las psico's y la neuro.
Y eso es todo, me fui a la remierda.
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