Me di cuenta de que hace rato no escribo sobre lingu. Creo que es porque no estoy cursando ninguna materia del área. Eso es un buen motivo.
Me gustaría hablar de algo interesante y asombroso, como decir, ontogenia del lenguaje. Pero bueno, el lenguaje ya es algo muy difícil de definir como para ponerse a hablar del origen.
Así que ensayemos algunas definiciones, que pueden ser la muerte (o el asesinato) de más de un lingüista.
Para algunos, el lenguaje consiste en la manipulación de ciertos símbolos abstractos. Visto de esta manera, el lenguaje no sería más que una sintaxis o una ars combinatoria. Lo interesante a agregar a esta definición es que no sólo en esa manipulación intervienen cambios de significado, sino que también se crean objetos intersubjetivos, o sea, se dicen cosas que otros pueden comprender con más o menos el mismo significado.
Para otros, un lenguaje está determinado/comprendido por todas las emisiones que se pueden realizar con él. Es una concepción distribucionalista, empirista. De hecho, limita bastante a un investigador, si bien puede servir para estudiar una lengua desconocida. Creo que además, acá faltaría distinguir lenguaje de lengua. Pero, como cuando uno aprende una lengua nueva, lo que puede producir no es tanto como lo que puede comprender. Por lo que esta capacidad no debería subestimarse.
Una teoría de la interpretación, como puede ser la de Sperber y Wilson, la teoría de la relevancia, propondría, por otro lado, qué mecanismos se utilizan para entender las emisiones, con el presupuesto de que se han dicho por alguna razón, de que nada es gratuito en el lenguaje. Así, en el lenguaje, intervienen una serie de intrincados mecanismos semántico-pragmáticos y lingüísticos, utilizados para interpretar la referencia, los actos de habla, los significados literales y sintácticos, los puntos de vista, etc. En cierta forma, el lenguaje es una máquina que codifica y decodifica no sólo símbolos abstractos, sino también intenciones y conceptos.
Hasta ahora, las definiciones tienen que ver con el objeto y el método de estudio. No es que el lenguaje se pueda definir realmente. Cada concepción problematiza un aspecto del lenguaje, que es un objeto heteróclito, a caballo de diferentes dominios, como dicen que decía Saussure.
En cierta forma, creo que las propiedades que le adjudica(ba) Chomsky, la infinitud discreta, el desplazamiento (que fue dejado de lado, pero era uno de los primeros postulados de la época de Estructuras Sintácticas, si no me equivoco), el innatismo, son innegables. La infinitud discreta es esa capacidad de poder crear una cantidad infinita de oraciones con una cantidad finita de elementos, sin considerar, por supuesto, elementos tales como límites de memoria y tiempo. Potencialmente, podríamos "entender" cualquier oración de nuestra lengua y juzgarla como gramatical o no. Por demás está decir que hay muchísimas personas monolingües que siempre podrán decir todo lo que quieren decir, con mayor o menor exactitud. El desplazamiento, la capacidad de entender ciertas estructuras a pesar de los movimientos que hayan ocurrido, fue dejado de lado con las transformaciones en la teoría generativa.
Y el innatismo, esa lucha descarnada con el empirismo, es una hipótesis controvertida. Aunque hoy ya se encuentra bastante aceptada, la discusión sobre hasta qué punto el conocimiento del lenguaje es innato o es aprendido, sigue en pie. Lo cierto, es que la capacidad de desarrollar/adquirir una lengua, se diferencia de los (otros, agregan los empiristas) aprendizajes. Y la neurolingüística nos dirá que este conocimiento/habilidad, puede afectarse de forma relativamente independiente, si golpeamos la parte del cerebro adecuada (llámese área de Broca, Wernicke o simplemente región perisilviana).
Definitivamente, es una cuestión que excede las charlas de café, excepto que estés con Chomsky o Halliday, o alguna eminencia similar. El problema del lenguaje es necesariamente una cuestión lingüística, así como la filosofía es una construcción verbal. Algunos consideran que el lenguaje tiene una capacidad autorreferencial y autorreflexiva demasiado increíble. Construcciones verbales.
Permite desde el llanto más infantil, hasta la literatura de Borges. Desde la noción de Dios, hasta los juegos de palabras.
Es todo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario